Las Orquideas

Símbolo de amor, lujuria y belleza, las Orquídeas han fascinado al mundo durante siglos. En la Antigua Grecia eran vistas como un símbolo de virilidad. Se las menciona en antiguos textos chinos de los tiempos de Confucio. Durante la Edad Media se utilizaban en la preparación de infusiones y remedios, uno de los principales ingredientes de algunas pociones mágicas. Por 16 siglos se aceptaron estas teorías médicas y se creía que la orquídea era un afrodisíaco que incrementaba la sexualidad masculina e inclusive que podía influenciar para que un niño por nacer sea varón.

Se dice que, cuando las orquídeas aparecen en un sueño, representan el deseo interior de ternura, romanticismo y amor.

La primeras orquídeas llegaron a Europa a principios del siglo XVIII en barcos de la armada Británica. Pero debido a su delicadeza, pocas podían sobrevivir a los largos viajes desde su lugar de origen, por lo que no dejaban de ser curiosidades muy apreciadas por botánicos y acaudalados aficionados. Esto cambió cuando en 1818 Lord William Cattley consiguió la floración de la primera Cattleya. Lo curioso fue que se había utilizado para proteger un cargamento de otras plantas que provenían del Nuevo Continente. Lord Cattley, reconocido Horticultor de su época, se percató de la existencia de esas extrañas plantas durante el desembarco de su cargamento y decidió cultivarlas. Al cabo de unos meses, una de ellas floreció, dándole su propio nombre. Desde ese momento, el mundo de las flores cambió para siempre.

Con la depresión de 1929, el cultivo de orquídeas a gran escala definitivamente pasó a manos de empresarios comerciales.
Recién en 1904 se descubre que la semilla de la orquídea requiere de hongos microscópicos para que estos le surtan de la alimentación necesaria a fin de que la semilla, carente de féculas, pueda germinar.

Esta técnica, hoy día perfeccionada, permite reproducir y multiplicar las orquídeas a base de una célula de la planta tomada del rizoma, de una hoja o inclusive de un pétalo de la flor. Con esta técnica denominada meristemación se pueden obtener más de 100 000 plántulas en menos de un año a un costo total de menos de 5 000 dólares.

La venta de las plantas de orquídeas o sus flores cortadas es hoy en día una agro-industria masiva. Solo en Estados Unidos se vende al año más de un billón de plantas. Pero todas estas son plantas de orquídeas híbridas; esto significa que diferentes géneros y especies silvestres han sido cruzadas artificialmente para mejorar sus características, de acuerdo al gusto, tanto en color y tamaño como en forma, tiempo de floración y facilidad de cultivo.

Hay más de 120 000 híbridas registradas en el mercado y las orquídeas silvestres ya no tienen importancia en el comercio mundial.