La Ceremonia del Incienso




En la época de las Guerras Civiles en Japón, la Ceremonia del Incienso o Koh-Do o Koh se expandió entre los Samurai de alto rango, así como entre los aristócratas, compartiendo su popularidad con la Ceremonia del Té. En el periodo Azuchimomoyama, también conocido como la época del Renacimiento en Japón, la gente de las altas clases sociales solían realizar actos culturales y sociales para poder disfrutar de actividades como la Ceremonia del Té, composición de Renga (versos enlazados) y partidas de Noh. La Ceremonia del Incienso jugó un papel importante en el ámbito de esas celebraciones de la época.

Hasta que no tomó su forma definitiva, la Ceremonia del Incienso empezó a ser reconocida como una de los “Geido” o artes refinadas, que debían contar con una serie de normas y reglas. A diferencia del concepto del perfume en los países occidentales, en donde del perfume no se espera nada sino que huela, en Japón adquirió un interés especial al pasar su uso de las clases guerreras y aristocráticas a la sociedad intelectual: escritores, artistas, mercaderes acomodados y terratenientes. Con ello su influencia pasó pues a la caligrafía, la literatura y la ceremonia del té y ocupó una preciosa parte de un aspecto intangible y espiritual de la época.

Se dice que la Ceremonia del Incienso (Koh-Do) se estableció como un juego a finales del siglo XVI. Más tarde la ceremonia del incienso se dividió en varias escuelas, entre las cuales han sobrevivido dos: la escuela Oie-ryu y la escuela Shino-ryu. La primera, establecida por Sanetaka Sanjonishi, se formó poniendo mayor énfasis en el aspecto literal del “Koh”. La segunda o escuela Shino-ryu es mucho más estructurada y da más atención a las formas y el ritual. Oie-ryu conserva la ceremonia del incienso como un juego heredado de los cortesanos del periodo Heian. Shino-ryu, por su parte, tomó la tradición procedente de los samurai y los mercaderes. Con sus largas tradiciones, ambas existen hoy como las principales escuelas de la Ceremonia del Incienso.

La finalidad de la Ceremonia de “Koh” es la de poder apreciar las diferencias sutiles de las distintas fragancias de “Jinkoh”, El “Jinkoh” es una madera aromática que se utiliza en la ceremonia de Koh-Do y se debe poder percibir cinco olores: picante, dulce, ácido, amargo y salado. Hay cinco países asiáticos de donde provienen las maderas que son: Kyara, Rakoku, Manaka, Manaban, Sumotara y Sasora que, a su vez, representan las distintas calidades de la madera “kohboku . Un trozo de madera “kohboku” puede tener más de una fragancia al quemarse. Lo más habitual es que tengan una mezcla de varias de ellas, creando un aroma indescriptible según sea la proporción y preponderancia de cada una de las cualidades en la madera. Se trata de distinguir las diferencias en cada “kohboku” para poder disfrutar de verdad del “koh”. Para hacerlo, es necesario poder sentir cada una de las maderas varias veces. Se aprende “practicando”.

Sasora
El aroma es fresco y astringente. Al principio de la combustión se liberan notas altas parecidas a la fragancia de Kyara. Después el perfume se hace más ligero y deja un aroma prolongado. Se dice de este aroma que es como un hombre justo y santo.

Somotora
Perfume gracioso y espontáneo con un toque de sándalo. En general se manifiesta con una cierta aspereza. Como un comerciante en sus mejores galas.

Kyara
Tierno y clásico. Se le considera de calidad superior cuando es un poco amargo. Lleno de gracia y con un toque picante. También tiene tonos amargos y salinos. Es elegante y tiene mucha nobleza.

Manaban
A menudo genera una fragancia dulce. El aceite que queda en la pieza de mica (Gynyo, plaquita para colocar el kohboku cuando se quema), evidencia que es Manaban, aunque no siempre es así.

Manaka
El aroma es ligero y brillante. Los de mayor calidad tienen aroma más ligero. El aroma es sutil y se desvanece. Es como una mujer celosa y rencorosa.

Rakoku
Un bouquet picante aparece al principio y perdura. Muy parecido a Kyara pero más modesto. Es como un samurai de bajo rango vestido como un noble.

El incienso mas caro del mundo es el que esta hecho en KYARA, es la mejor madera de agar de los bosques de Vietnam, cuesta como el oro.


UN POCO DE HISTORIA

El uso del incienso data de la época bíblica y su origen pudo haber estado en Egipto, donde las resinas de árboles aromáticos eran importadas de las costas de Arabia y de Somalia para su empleo en las ceremonias religiosas. Los faraones se servían de ellas para neutralizar olores desagradables, para ahuyentar a los demonios y para favorecer la presencia de los dioses.

Los babilonios empleaban el incienso durante sus oraciones y ofrecimientos y durante la adivinación de oráculos. Israel lo importaba en el siglo V a.C. para emplearlo en sus ofrendas religiosas. De allí se expandió a Grecia, Roma y la India, en donde tanto los practicantes del hinduismo como del budismo lo siguen utilizando en sus rituales y festivales. Fue uno de los regalos que los Reyes Magos trajeron de Oriente para ofrecer al niño Jesús.

Fue introducido en Japón en el siglo VI d.C. por monjes budistas, quienes usaban los aromas místicos en sus ritos de purificación; mas el delicado perfume del “Koh” (incienso japonés de alta calidad) se convirtió en una fuente de distracción y entretenimiento entre la nobleza de la corte imperial de la era “Heian” doscientos años más tarde.

Durante el periodo del “Shogunado”, en el siglo XIV, los guerreros samurai perfumaban sus cascos y armaduras con incienso para conseguir una espléndida aura de invencibilidad en sus preparativos para encontrarse con su adversario y su destino. Sin embargo, no fue hasta la era “Muromachi”, en los siglos XV y XVI, cuando la apreciación del elegante arte del incienso se difundió a las clases media y alta de la sociedad japonesa.

Aquello a lo que los japoneses llaman “Koh-Do” o el camino del incienso, ha sido desde hace mucho tiempo el sustento espiritual de la cultura japonesa. Este arte elegante se ha convertido rápidamente en una costumbre popular en todo el mundo entre las personas que buscan la reflexión tranquila y la paz mental. El incienso no sólo crea un estado de tranquilidad y una nueva dimensión en la vida, sino que también contribuye a abrir la conciencia temporal y espiritual.

Los modernos practicantes del arte de la apreciación del incienso lo utilizan para mejorar el ambiente de sus casas y oficinas, para halagar a sus invitados, para celebrar ocasiones especiales, para relajar el cuerpo y calmar la mente después de un duro día y para tranquilizar los nervios antes de acostarse.

La oportunidad de mirar de modo calmado a la mente de uno, mientras se disfruta de la fragancia del incienso, se considera como un momento destinado a recuperar la libertad espiritual y la paz. El incienso se ha utilizado extensivamente para cambiar circunstancias y para traer muchas recompensas, para solucionar problemas y para crear milagros en las vidas de esas personas que creen en la energía del Espiritualismo.

Para un buen practicante mágico, aromatizar, fumigar el ambiente en el que opera, es más que un ritual, sirve para predisponer la mente a la receptividad, incorporando la capacidad de penetrar los secretos cósmicos, y por este motivo el INCIENSO se utiliza conjuntamente a las velas.

Nippon Kodo, una de las principales compañías que fabrican incienso en Japón, continúa haciendo su incienso a mano casi en su totalidad, como se ha estado haciendo durante cientos de años. Las exóticas y preciadas maderas que se utilizan en dicho proceso se encuentran en las densas junglas del sudeste asiático.

En la fabricación, las gomas y resinas naturales de las maderas preciadas y los ingredientes florales se ponen en grandes cubas, donde se mezclan con otras materias primas orgánicas.


RITUAL

Ayuda a sacar energías negativas: Hay que quemarlo del interior de la casa, empezando por la habitación del fondo, hacia el exterior, terminado en la puerta de entrada. Se deja que se llene la habitación de humo, con las ventanas cerradas, para que impregne bien de humo todos los rincones, así arrancará de las paredes y techos todas las energías negativas. Después se abren las ventanas de par en par para que salgan las energías nocivas al exterior y desaparezcan.
Siempre se debe poner la intención de uno al quemar Incienso.


DIEZ VIRTUDES DEL INCIENSO
(Recopiladas por un monje Zen del siglo XVI)

* Facilita la comunicación con lo trascendente
* Purifica cuerpo y mente
* Alivia de pensamientos obsesivos y serena el espíritu
* Mantiene la mente alerta
* Nos acompaña en la soledad
* Trae paz en momentos de ajetreo y estrés
* Cuando abunda, quemar mucho no cansa
* Cuando escasea, usar un poco también satisface
* Aunque el tiempo haya pasado, mantiene su aroma
* Usarlo habitualmente no hace daño